Síntomas de insolación en perros: cómo detectarla y actuar a tiempo
El verano es una época perfecta para disfrutar del aire libre y pasar tiempo con nuestras mascotas. Sin embargo, también es una estación en la que debemos extremar precauciones, especialmente cuando se trata de calor extremo. Uno de los peligros más serios —y muchas veces desconocido— es el golpe de calor o insolación. Esta situación puede aparecer de forma repentina y, si no se actúa a tiempo, puede tener consecuencias graves. En Lord Can, cada verano reforzamos nuestros protocolos para prevenir cualquier riesgo, pero también queremos ayudarte a identificar los síntomas más comunes y saber cómo actuar ante una posible insolación.
¿Qué es el golpe de calor?
El golpe de calor es un aumento repentino y excesivo de la temperatura corporal del perro, que su organismo no es capaz de regular correctamente. A diferencia de las personas, los perros no sudan por todo el cuerpo. Solo liberan calor mediante el jadeo y a través de las almohadillas de las patas. Esto los hace especialmente vulnerables en días calurosos. Cuando su temperatura corporal supera los 41 °C, se activan mecanismos que pueden afectar gravemente a sus órganos, al sistema nervioso e incluso al corazón. Si no se actúa rápidamente, puede producirse un colapso o, en los casos más graves, la muerte.
Síntomas de insolación en perros
Es muy importante estar atento a las señales de alarma. Algunos de los síntomas más habituales del golpe de calor en perros son: jadeo muy rápido e intenso, salivación excesiva y espesa, lengua muy roja o con un tono azulado, debilidad, temblores o falta de coordinación, vómitos o diarrea, convulsiones y pérdida de conocimiento. Cuantos más síntomas aparezcan, mayor es la urgencia. Lo más importante es actuar con rapidez y calma.
¿Qué hacer si sospechas que tu perro tiene un golpe de calor?
Llévalo de inmediato a un lugar fresco y con sombra. Si estás en la calle o en el coche, busca una zona ventilada o enciende el aire acondicionado. Ofrécele agua fresca, pero no le obligues a beber. Es mejor que tome pequeñas cantidades poco a poco. Mójalo con agua tibia, nunca fría. Comienza por las patas, el vientre y el cuello. No lo envuelvas en toallas mojadas, ya que pueden retener el calor. Hazle aire con un ventilador o manualmente para facilitar que se enfríe de forma progresiva. Llama cuanto antes al veterinario. Aunque el perro parezca mejorar, es imprescindible que lo revisen para descartar posibles daños internos.
Factores de riesgo: ¿qué perros son más vulnerables?
Hay perros que corren más riesgo de sufrir un golpe de calor, como los de hocico corto (bulldogs, carlinos, bóxers…), los cachorros y los perros mayores, aquellos con sobrepeso, los que tienen problemas cardíacos o respiratorios, y los de pelaje muy oscuro o muy largo que están expuestos directamente al sol. En Lord Can, adaptamos los paseos, la actividad física y el entorno a las necesidades de cada perro para evitar cualquier riesgo en verano.
¿Te vas de vacaciones? Déjalo en buenas manos
Si tienes pensado viajar en agosto o durante días especialmente calurosos, y no puedes garantizar que tu perro estará fresco y vigilado, lo mejor es confiar en una residencia canina de calidad. En Lord Can estamos ubicados en plena naturaleza, en la montaña, donde las temperaturas son más suaves que en la ciudad. Contamos con zonas de sombra, espacios ventilados, agua fresca disponible en todo momento y un equipo profesional que supervisa el estado de cada perro con atención y cariño.
